¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando estamos enamorados?
Olvídate de lo rosa y la magia… Este proceso es más químico que nada. Los neurotransmisores nos provocan esa sensación de “flotar”. Las endorfinas, las encefalinas y la feniletilamina son las responsables de nuestra euforia y felicidad, ellas dan una inyección de emociones positivas. Pero ¿Qué activa estos procesos, qué hace que nuestro cerebro se fije en un tipo de persona y no en otra?
Teoría 1: Similitud familiar
En ocasiones, nos atraen personas que nos hacen sentir bien porque nos recuerdan, en algún aspecto, a nuestros progenitores (tranquilos, esto es normal). El sentir esto nos da seguridad y confianza. Sentimos atracción porque nos son familiares, y estar con ellas nos envuelve de una sensación de agradable afinidad.
Teoría 2: Correspondencia
Teoría 3: Admiración
La admiración puede tornarse en amor. Aquellos que admiran a su pareja son más felices… Eso ni dudarlo. Cuando encontramos virtudes, aspiraciones o dimensiones que siempre hemos querido para nosotros y que, de algún modo encontramos en otra persona, nos motivan a sentirnos atraídos. Por lo general son personas seguras de sí mismas, extrovertidas y emprendedoras, mientras nosotros, somos más inseguros y algo tímidos. Los polos opuestos se atraen porque en el fondo, se complementan y llenan las necesidades de cada uno.
Teoría 4: Cuestión de química, cuestión de glándulas
Las famosas feromonas… Son sustancias secretadas por algunas glándulas presentes en los labios, las axilas, el cuello, las íngles imperceptibles a simple olfato, pero que sin darnos cuenta percibimos gracias a un órgano llamado vemoronasal. Cuando una pareja admite “tener química” puede que en gran parte se refiera a este tipo de química.
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